ActiFolio: Entrega de la actividad R4

Entrega de la actividad R4

Reto 4. Actividad 2: Diccionario visual del aula.

Descripción de la actividad:

Esta actividad ha supuesto para mí un cambio importante respecto a la anterior, ya que pasamos de una intervención más emocional e introspectiva a una propuesta claramente práctica, cooperativa y funcional, pero igualmente muy significativa. El objetivo principal era construir junto al alumnado un diccionario visual del aula con vocabulario básico de uso diario, pensado especialmente para ayudar a los alumnos con mayores dificultades lingüísticas.

La actividad se fue desarrollando a lo largo de varias sesiones, sin prisas, respetando el ritmo del grupo. Comenzamos con una presentación inicial del vocabulario mediante tarjetas con pictogramas y fotografías reales de objetos del aula. Antes de decir las palabras, les preguntábamos qué creían que era cada cosa, qué nombre le daban en su casa o en su país, y esto generó momentos muy enriquecedores de intercambio cultural.

Después organizamos al alumnado en pequeños equipos cooperativos, y a cada grupo se le asignó una parte del diccionario: materiales del aula, objetos, rutinas, instrucciones básicas… Cada equipo se encargó de buscar, recortar, escribir, dibujar y decorar su parte. Durante este proceso yo me movía constantemente por el aula, ayudando a quienes lo necesitaban, especialmente al alumnado con más dificultades para escribir o expresarse.

Finalmente, hicimos una puesta en común y construimos entre todos el gran mural del diccionario en una pared visible del aula. Ver cómo el material que ellos mismos habían creado pasaba a formar parte del espacio cotidiano fue uno de los momentos más bonitos de la actividad. Además, dejamos el diccionario abierto a futuras ampliaciones, para que pueda crecer según vayan surgiendo nuevas necesidades.

Objetivos:

Con esta actividad me propuse los siguientes objetivos:
• Favorecer la comprensión y el uso del vocabulario básico del aula.
• Potenciar la inclusión del alumnado con necesidades lingüísticas a través de apoyos visuales.
• Fomentar el trabajo cooperativo y la ayuda entre iguales.
• Dar valor a las diferentes lenguas y culturas presentes en el aula.
• Crear un recurso funcional, accesible y permanente para el día a día del aula.

Reflexión personal:

Desde el punto de vista teórico, esta actividad se apoya en el enfoque comunicativo e inclusivo del aprendizaje, así como en el uso de apoyos visuales como herramienta clave para la adquisición del lenguaje, especialmente en contextos de diversidad lingüística. Los pictogramas, las imágenes reales y el lenguaje funcional permiten reducir barreras y facilitar la comprensión.

Sin embargo, más allá de la teoría, lo que más me ha marcado ha sido ver cómo el alumnado que habitualmente participa menos por dificultades con el idioma, en esta actividad se sentía protagonista. Al poder apoyarse en las imágenes, en el grupo y en sus compañeros, su seguridad aumentaba visiblemente. He visto a niños que casi nunca levantan la mano explicar con orgullo qué palabra habían añadido al diccionario.

También he reflexionado sobre lo importante que es que los recursos no vengan siempre “dados”, sino que sean construidos por el propio alumnado. Esto aumenta su motivación, su implicación y el valor que le dan al material. Para mí ha sido una prueba clara de que la inclusión no se trabaja solo con grandes programas, sino con pequeñas acciones bien pensadas dentro del aula.

A nivel personal, esta actividad me ha hecho reafirmarme en la idea de que la psicopedagogía no es solo intervenir cuando hay un problema, sino también crear contextos que faciliten que ese problema no crezca. Me he sentido útil, acompañando, observando y aprendiendo mucho del propio grupo.

Evidencias:

Evaluación:

Screenshot

Observaciones personales:

Una de las cosas que más me llamó la atención fue cómo algunos alumnos que al principio se mostraban pasivos, poco a poco fueron implicándose al ver que su aportación era necesaria para completar el diccionario. También me impactó comprobar cómo, en algunos momentos, eran los propios compañeros quienes explicaban el significado de una palabra a otro alumno con más dificultades, sin que nadie se lo pidiera.

He observado también que el diccionario no solo ha servido como apoyo lingüístico, sino como un elemento de cohesión del grupo, ya que todos sienten que es “suyo”. A día de hoy, siguen utilizándolo de manera espontánea cuando surge una duda, lo que me demuestra que la actividad ha tenido un impacto real y no solo puntual.

A nivel profesional, esta experiencia me ha ayudado a comprender que la inclusión no siempre se vive en momentos emocionantes o intensos, sino también en lo cotidiano, en lo sencillo, en una palabra que ahora sí se entiende, en una instrucción que ya no genera ansiedad. Y eso, aunque no siempre se vea, transforma mucho más de lo que parece.

Reto 4. Actividad 1: Dibujo “Bajo la lluvia” y “La casa”.

Descripción de la actividad:

Esta ha sido una de las actividades que más me ha impactado emocionalmente desde que estoy en prácticas, es por ello que he decidido que ha de ser la primera en quedar registrada en este foro. La propuesta consistió en realizar dos dibujos proyectivos: la persona bajo la lluvia y la casa, como una forma de acercarnos al mundo emocional del alumnado sin recurrir únicamente a la palabra.

La actividad se llevó a cabo dentro del aula en un momento tranquilo del día. Antes de empezar les expliqué con un lenguaje sencillo que no se trataba de un examen ni de un dibujo “bonito”, sino de un espacio para expresarse libremente. Aun así, muchos de ellos de forma casi automática me preguntaban: “¿Lo tengo que hacer bien?”, lo que ya me hizo reflexionar sobre la presión que sienten incluso en actividades aparentemente libres.

Primero realizaron el dibujo de la persona bajo la lluvia. Observé cómo algunos empezaban rápidamente y con seguridad, mientras que otros se quedaban quietos mirando el papel durante unos minutos, como si no supieran por dónde empezar. En el punto de evidencias muestro dos dibujos que, aunque sin mucho contexto sobre en qué situación se puede encontrar cada alumno/a ya dice mucho de ello. Después realizamos el dibujo de la casa. Al igual que en el dibujo de bajo la lluvia, en este de la casa también he querido mostrar en el apartado de evidencias ejemplos comparativos entre ambos dibujos. Durante toda la sesión estuve paseando por el aula, observando en silencio, acompañando con gestos de ánimo y resolviendo pequeñas dudas, pero intentando no dirigir en exceso.

Al finalizar, algunos alumnos y alumnas quisieron compartir voluntariamente qué habían dibujado y qué le pasaba a la persona de su dibujo. Hubo comentarios muy sencillos, pero también alguno especialmente emotivo que me hizo comprender la profundidad que puede tener un simple dibujo cuando se escucha de verdad.

Objetivos:

Con esta actividad me propuse varios objetivos, más allá de los puramente técnicos:

  • Crear un espacio seguro de expresión emocional dentro del aula.

  • Conocer mejor cómo el alumnado vive las dificultades, el miedo, la protección o la inseguridad.

  • Observar su autoimagen y su forma de enfrentarse simbólicamente a los problemas.

  • Detectar, de forma orientativa, posibles necesidades de apoyo emocional.

  • Reforzar en ellos la idea de que sus emociones importan y pueden expresarse de diferentes formas.

Reflexión personal:

Esta actividad se apoya en las técnicas proyectivas gráficas, que permiten que los niños y niñas proyecten aspectos internos a través del dibujo. El dibujo de la persona bajo la lluvia se relaciona con la forma en que la persona percibe las dificultades y cómo se protege ante ellas; mientras que el dibujo de la casa suele vincularse con la vivencia de seguridad, afecto y protección.

Sin embargo, vivir esta actividad desde dentro del aula me ha hecho entender que la teoría se queda corta frente a la realidad emocional que emerge. Ver a un niño dibujar una persona diminuta bajo una lluvia enorme, sin paraguas, o una casa sin puertas ni ventanas, te remueve, pero también te obliga a ser muy prudente. He tomado plena conciencia de que un dibujo no es un diagnóstico, sino una puerta que puede abrir una conversación, una observación más atenta o una intervención posterior.

Además, esta actividad ha tenido un valor especial para mí porque muchos alumnos del centro presentan dificultades con el idioma, y el dibujo se convierte en una forma de expresión universal, donde todos pueden participar sin sentirse en desventaja. He comprobado cómo, incluso aquellos que apenas se comunican verbalmente, han sido capaces de expresar muchísimo a través del papel.

A nivel personal, esta experiencia me ha confrontado con mis propias inseguridades como futura psicopedagoga: el miedo a interpretar mal, a invadir sin querer, a no saber qué decir cuando un niño expresa algo que duele. Pero también me ha confirmado que escuchar, aunque sea a través de un dibujo, ya es una forma de acompañar.

Evidencias:

Evaluación de la intervención:

Observaciones personales:

Una de las cosas que más me llamó la atención fue comprobar cómo algunos niños/as dibujaban casas grandes, llenas de detalles, con familia y animales, mientras que otros apenas dibujaban una estructura vacía. Esto me ha hecho reflexionar sobre la diversidad de realidades familiares y emocionales que conviven en un mismo aula.

También me impactó comprobar que varios alumnos cuando terminaban su dibujo me miraban buscando aprobación. Esto me reafirma en la idea de que la escuela no solo es un espacio de aprendizaje académico, sino también un lugar donde los niños buscan constantemente seguridad, reconocimiento y afecto.

A nivel profesional esta experiencia me ha ayudado a entender mejor que la psicopedagogía no se basa solo en pruebas, informes y diagnósticos, sino en la mirada, la escucha y la sensibilidad. Ha sido sin duda una de las actividades que más me ha hecho crecer como futura profesional.

Introducción al Reto 4

¡Buenos días compañer@s!

Con esta entrada doy comienzo a la fase de implementación y evaluación del Reto 4. Este espacio servirá como diario reflexivo y profesional donde iré registrando las diferentes intervenciones psicopedagógicas realizadas en el CEIP Cervantes de Alboraya relacionadas con el proyecto de intervención diseñado en el Reto 3:

Aulas que hablan: intervención psicopedagógica para la atención a la diversidad lingüística y cultural en el CEIP Cervantes Alboraya”.

A lo largo de esta fase compartiré un total de seis actividades que estoy llevando a cabo en el centro, todas ellas vinculadas a los objetivos del plan de intervención:

  • Favorecer la comprensión y expresión lingüística del alumnado

  • Reforzar la inclusión y la cohesión en el aula

  • Utilizar estrategias visuales, expresivas y comunicativas

  • Generar espacios de observación que permitan evaluar su evolución.

Tal como establece la ética profesional y la normativa del centro, se mantendrá total discreción respecto a la identidad y datos personales del alumnado, utilizando únicamente descripciones generales y evidencias anonimizadas.